sábado, 12 de mayo de 2012

La Rana

La Rana. Ahí quieta, soltando agua por su metálica boca. Inmovil, colocada en cualquier plaza de cualquier ciudad. Es admirada por los paseantes artistas, artesanos o cualquiera que sienta inquietudes expresivas o simplemente atraiga su mirada. Es paciente, tolerante con el tiempo y con las inclemencias que este le brinda cuando toca. No se molesta con las travesuras de los niños y se deja sacar fotos aunque no sea su mejor día. La rana, queda inmortalizada en un trozo de tela para que su encanto no muera.

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